Calle Toledo 98. Madrid
El miércoles 20 de enero poco después de las 15:30 horas el servicio de guardia de Grupo Ortiz recibe orden de acudir al número 98 de la calle de Toledo en Madrid. Se había producido una potente explosión en un inmueble, según todos los indicios debida a una acumulación de gas natural. Este procedimiento se inicia en virtud de la adjudicación del concurso de “Apeos, Demoliciones y Consolidación por acción subsidiaria en el término municipal de Madrid” que obliga a mantener disponibilidad 24 horas al día los 365 días del año. El equipo de atención a emergencias de Grupo Ortiz cuenta con personal de todos los oficios y mantiene de guardia a un técnico y un encargado en todo momento. Mientras los servicios de SAMUR, Bomberos y Policía realizaban su tarea, el equipo de Grupo Ortiz retiró escombros y realizó el cerramiento perimetral. A continuación, los técnicos de Control de la Edificación del Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, les requieren para que intervengan en las dos últimas plantas del inmueble siniestrado: desmontaje y desescombro de la estructura de casetón, cubierta, buhardillas, fachada, forjados y elementos que quedaron debilitados con riesgo de desprendimiento a la vía pública.
Grupo Ortiz presenta una dilatada experiencia en este tipo de actividad. A lo largo de sus 60 años de existencia ha llevado a cabo numerosas intervenciones de características muy complejas, llegando a homologar sus propias herramientas y técnicas -como sucedió en el desmontaje del rascacielos Windsor tras el incendio de 2005- para poder acometer los trabajos bajo su principal premisa: la seguridad de los trabajadores.
Para la intervención en la calle Toledo se han utilizado dos grúas una de ellas de 250 toneladas y plataforma telescópica para alcanzar 25 metros de altura equipada con cesta. Para la demolición se emplea un robot Brokk suspendido sobre plataforma y equipado con martillo rompedor, cizalla, mordaza hidráulica y cazo. La posibilidad de intercambio de estos cuatro útiles permite utilizar el robot, de 3000 kilos de peso, para desescombrar, romper las placas de hormigón o cortar la ferralla. Tanto el robot como el contenedor se encuentran en todo momento suspendidos de las grúas. Desde la barquilla se realizan los trabajos de inspección, retirada de algunos elementos inestables de la fachada y corte de ferralla mediante oxicorte. De esta forma se suplementa la labor ejecutada por el robot y se agilizan los trabajos. El equipo está compuesto por 15 personas. Su plan de trabajo se extiende a lo largo de dos semanas en las que se suceden ininterrumpidamente los turnos de 8 de la mañana a 8 de la tarde. Durante la ejecución se han retirado cerca de 250 m3 de escombro y se ha colaborado con la policía científica consiguiendo todos los elementos que han solicitado para avanzar en la investigación de las causas que llevaron a la explosión del gas.